Corsino vive en las afueras del conurbano bonaerense. Hace varios años heredó un café en el que trabajó desde los doce años. Aquel bar, más conocido como La Milonga, se encuentra en la ciudad de Buenos Aires resistiendose al paso del tiempo. Como buen símbolo del melodrama, Corsino cuenta y comenta las andanzas de personas que alguna vez se acercaron al café. Pero también escribe lo que se ha enterado y ha vivido en muchos de sus viajes. La razón de ¿porqué el dueño de un cafetín cuenta esas historias? no lo se. Una posible respuesta sea seguramente porque hoy forman parte de su vida.

domingo, 13 de mayo de 2012

Lado B, Parte XV

ERASE UN 2008...una carta 

Hola, si soy yo, Alexis ¿Qué te puedo decir Dani? Aquel año 2008 fue demasiado movido. Con respecto a la facultad, recién empezaba con esas materias que estaban completamente ligadas a la carrera. A mis amigos los veía poco, y a partir de este momento voy a ser totalmente sincero.
Cristian creo que ya había empezado a salir con Laura y casi ni nos veíamos, encima laburaba en Capital y creo, pero no estoy seguro, que ya no estaba en la pensión, por lo que se lo pasaba viajando (como lo hace actualmente). La cuestión es poco sabía de él.
Con vos, Dani, la verdad que mucho no me hablaba, no porque no quisiera sino porque nunca nos veíamos. Se que ustedes se juntaban, hacían reuniones…. Y ni hablar de Alberto (el Jalva), a ese lo tenía más que perdido.

Yo por lo pronto, creí conocer a nuevos amigos que después me defraudaron mucho. Por aquellos días conocí a Adrián y a Marcelo, dos compañeros de la facultad bastante piolas. Gracias a Adrián conocí a Sebastián. Y ellos, gracias a mi, conocieron a las chicas, Noe y Flavia (que si las conoces) y otros chicos más. En fin, con ellos encontré por ahí el vacio que a veces sentía o la ausencia de la cual no estaba acostumbrado. Vos dirás: “¿porqué?” Después de pasar seis o siete años juntándonos en lo de Victoria, reuniéndonos, saliendo a todos lados juntos…. Recordando muchas anécdotas y cosas que habían pasado….y llegar al punto en que solo te dedicás a la Facultad sin salir demasiado, me deprimía bastante. Debo reconocer que en la facultad conocí, y sigo conociendo, a muchísima gente que con el tiempo fueron tomando rumbos distintos: se fueron, eligieron otra carrera, se atrasaron, en fin, pero con ellos la pasaba muy bien.
En esa época yo no tenía auto así que siempre que arreglábamos para salir alguno de ellos ponía alguno de sus autos. A partir de ahí, cada vez que crecía una nueva amistad, sentía que otra se iba apagando.

De enero a marzo del 2008
Me acuerdo que fue el primer año que decidí cursar en verano, un bajón. La materia era programación, algo así como informática, que empezaba en la mitad de enero y terminó una semana antes de empezar las clases en marzo. Encima estaba estudiando para dar un final (química 2) con el cual terminaba una etapa de la carrera y me daban un título de Mención en Tecnología. Cursaba con estos chicos y otros más que conocía. Fue muy duro ese año, porque después tenía que cursar los dos semestres que seguían. En fin, lo hice y aquí estamos.

También, fue cuando empezaron a llamarme para laburar. ¡Qué ironía! El primer lugar donde había hecho una entrevista fue en FV. Hice el psicotécnico, pero no me llamaron (seguro que me dio que estaba medio loco)… jaja. Y con razón. Me habían hecho esa prueba de las manchas y me acuerdo que en donde veía el murciélago tenía que decir mariposa y en la máscara no decir eso o que era un payaso (aunque vos lo veías y, en serio, ¡era un payaso!) Y en otra, le mandé que era una selva llena de monos, leones y patos. Ahí no tuve éxito porque no me llamaron, pero le pasaron el CV a Ferrum. Estos últimos  me llamaron y fui. Me acuerdo que estaban por inaugurar un nuevo sector pero necesitaban operarios y gente Full-time. Encima cuando le dije que cursaba “casi” todos los días, el tipo me miro con la cara de: “la verdad, no sos el tipo de personas que buscamos”. Pero yo no buscaba ese tipo de trabajo, sino una pasantía para no salir recibido de la facultad sin conocer los movimientos de una fábrica. Hasta ese momento, me quedé estudiando y dando clases en casa.
De abril a junio del 2008

Llegó el mes de mi cumple, 27 de abril, y de ustedes el único que vino a casa fue Alberto (y no lo tomes como un reproche, no lo es. Todavía no sabía mucho de vos y vos creo que tampoco de mi). El resto fueron familiares y algunos chicos de la facultad que se acordaron y vinieron.
Esos meses fueron los últimos que tuve libre, es decir, sin laburo hasta que en la última semana de mayo me llamaron de Peugeot para hacerme una entrevista. Fui para la planta e hice una entrevista con el que en su momento era empleado de RRHH. Luego, hice entrevista con quienes serían mi jefe y mi supervisora. Era en el área de mantenimiento, todo el mismo día. Y bueno, me dijeron: “después te llamamos”. No hice más que llegar a casa y al toque me llamaron para confirmarme que había quedado y que empezaba la semana siguiente.
Pasó la semana y entré a trabajar el 3 de Junio como pasante. De ahí en más era levantarme a las 6.00 a.m., tomar el tren a las 7.00 y llegar a las 8.00 a.m. Luego salir a las 15.00 p.m. e irme directo a la facultad a cursar. En la semana casi nunca estaba en casa, salvo que no cursara, ahí si que tenía franco.

De julio a noviembre del 2008
Esos fueron los meses que estuve trabajando en Peugeot. Me acuerdo que ya en septiembre no tenía más ganas de ir. La cosa es que laburabas más horas de las que tenías que laburar y esas horas de más no te las pagaban o ni siquiera eran acumulables para poder tomarte después un día. Eso sumado a la crisis del 2008 y que el trato no era muy bueno. Todo me llevó a buscar otro lugar. Así que cuando nuevamente salió en la cartelera una pasantía en FV me volví a anotar y en menos de una semana me llamaron. Entonces, tuve que mentir en Peugeot (creo que dije que tenía turno con el médico o algo así) y me fui para Villa Rosa. Hice la entrevista y me dijeron: “bueno aguantá que ya te decimos”. Esperé unos 10 minutos y a final de la espera me dijeron que había quedado. Solamente tenía que hacer el análisis medico pre-ocupacional. Y así fue como quedé en FV y me llevé “muy lindos recuerdos” de Peugeot:

Me acuerdo especialmente de un día muy particular en que no vía la hora de que sean las 15.00 p.m. para salir. Cuando finalmente llegó el momento de irme, me sentí muy mal, no podía ni moverme. Encima, para ir a tomar el tren tenía unas 10 largas cuadras. Salí de la fábrica y caminé junto con un compañero que tenía que ir a San Miguel. Nomás llego a la estación, me dieron ganas de vomitar así que fui al baño y ni fue necesario incitar al vómito, con el olor que había ahí, solo entré y... Bueno, pasó un poco. Justo llegaba el tren al que logro subirme sin decir nada. Viajando parado, empecé a sentir un calor mal (era pleno invierno) y no daba más. Justo me había puesto en la puerta del tren, llegamos a una estación, se abre la puerta eléctrica y nuevamente lancé. Estaba ya a tres estaciones de Lemos (la Terminal). Cuando estaba llegando a Sargento Cabral (quedaba esta y ya estaba en Lemos), nuevamente ganas de lanzar, pero había mucha gente y encima la otra puerta abría. Así que bueno, justo una señora con un poncho grande rojo (como el que usaba la negra Sosa) se pone para bajar en la estación pero se confunde y se pone al lado mío para bajar (tenía que hacerlo del otro lado). De repente, ya no daba más y el vomito se empezó a acumular en mi boca hasta que solté todo y “la bañé”. De ahí no me acuerdo que pasó con la señora, se que bajó y nada más. Por mi parte todo empezó a dar vueltas, me caía. Así que llamé a una compañera de la facultad que trabajaba también en Peugeot y que la había visto subirse al tren. Vino y me acompañó hasta una remisera para irme directo a casa.
Chistoso no, recuerdo que fue un jueves, dos o tres semanas después de empezar. Al día siguiente me quedé en casa, en cama y no fui a trabajar.


En julio…

Julio fue un mes de reencuentros. Estaba en casa cuando Alberto me dice que iba a pasar con Ce (también conocida como Ceci, Kukito o simplemente kuki, era la hermana de Analía una ex profesora de química que teníamos en el Secundario y que cursó con nosotros hasta 9no. año. Luego se cambió de colegio y se reencontró como compañera de CBC en Ciudad Universitaria con Daniel) por casa. Bueno, le dije que si, no tenía que ir a cursar ese día así que no tenía ningún problema. Ah…. Cristian estaba, porque me acuerdo que llegó a casa y nos pusimos a viciar un rato hasta que llegaron los chicos con una chica que en principio no la registraba pero para nada. Lo primero que pensé: “es la novia de Alberto”. Esa incertidumbre duró hasta que habló, ahí la reconocí al toque ¡Era Victoria! Así que se quedaron y comieron en casa. En la semana fue el cumpleaños de Alberto y fue ahí cuando te vi a vos que entrabas a la casa de Alberto saludando a todos y que estabas más perdido que yo cuando la viste a Victoria.

Fines de octubre y principios de noviembre del 2008

Fue cuando me decidí y dije: “chau Peugeot y hola FV”. En Peugeot me acuerdo que había auditorías y para no dejar en banda al que en ese momento era mi compañero, me quedé hasta el 31/10/08. El 3/11/08 empecé en FV y hasta hoy acá estamos. Me acuerdo de que entré y nadie me dio bola, a excepción de dos personas: Gustavo y Santiago (quienes hoy son compañeros), Darío también. El resto, sobre todo Leandro y Marcela (la secretaria) cero bola… los veía y pensaba: “uhhh… me parece que estos son medios forros” o “tienen un carácter bastante complicado”. En fin, con el tiempo aprendí a tratarlos, los fui a conociendo poco a poco y me fui llevando cada vez mejor con cada uno de ellos. Reconozco que a veces soy bastante boludazo. Me preguntarás: ¿por qué? Pues la primera semana de trabajo me crucifiqué solito. En Capacitación había una chica muy linda, rubia. Estábamos yendo a comer y le digo a Gustavo: “che que buena que está la rubia” y él pensó que lo decía por una vieja que había en la cola del comedor casi al lado de ella. En fin, quedé como el “come viejas” del grupo.

De diciembre del 2008

El último mes del año. Se vino las consecuencias de la crisis, vacaciones extras y lo que después, el año siguiente, serían las suspensiones. Trabajé hasta el 15/12/2008, después tuve vacaciones hasta el 2/01/09. No hice absolutamente nada, sobre todo porque tenía finales que rendir en la facultad y alguno lo tenía que dar bien.
Para el 23/12/08, fue el cumpleaños de Cristian, nos juntamos en su casa. Fue ahí cuando te volví a ver y también a Pablo, al que por cierto hacía mucho que no veía. Pasamos una tarde de asado ¿te acordás? Tengo inmortalizado ese día, cuando perseguiste a una gallina con la guitarra criolla en la mano saltando los yuyos jajaja…. Muy bueno che. Hice un videíto con el tema de “la ranita”, hit de ese momento. Después cayó el hermano de Cristian y nos quedamos hablando toda la tarde.
Nada, después llegaron las fiestas en familia del 24/12 en mi casa y el 31/12 en lo de mi abuela, como siempre.


Continuará...

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