Corsino vive en las afueras del conurbano bonaerense. Hace varios años heredó un café en el que trabajó desde los doce años. Aquel bar, más conocido como La Milonga, se encuentra en la ciudad de Buenos Aires resistiendose al paso del tiempo. Como buen símbolo del melodrama, Corsino cuenta y comenta las andanzas de personas que alguna vez se acercaron al café. Pero también escribe lo que se ha enterado y ha vivido en muchos de sus viajes. La razón de ¿porqué el dueño de un cafetín cuenta esas historias? no lo se. Una posible respuesta sea seguramente porque hoy forman parte de su vida.

domingo, 6 de febrero de 2011

BÚSQUEDAS (6ta. Parte)

LA CUARTA ESCALA ¿Un final?

Así fue. Su viaje continuó hasta Cafayate, provincia de Salta. En su diario guardaba, una por una, cada huella hecha. Eran un pasado en el presente. En aquellas páginas anotó vagamente:  
"Finalmente llegué a Cafayate. Hermosa ciudad. Llegué justo a tiempo para la fiesta de la vendimia".
Como olvidar la Fiesta de la vendimia aquél sábado 13/03/2010. Una fiesta que se celebra desde hace ya siete años en la bodega "Finca Las Nubes". En esta quermés participaban los pobladores del lugar y muchos turistas. Se cosecharon uvas que, al finalizar la celebración, se hizo una especie de selección simbólica acompañada de una gran fiesta folklórica. 
Pero esto no fue todo lo que brindó aquél día. Mucho antes de que Pablo pisara el suelo de Cafayate, hubo un desayuno campestre en la mañana y luego una charla con un enólogo. Por la tarde comenzó el festival folklórico en el que actuaron algunos conjuntos locales.
Bailarines, danzas tradicionales, zambas y chacareras eran el fondo musical que se mezclaba con los murmullos de la gente.  Gracias a los días largos de verano, esta fiesta se extendió hasta la avanzada noche,. 

Y en Cafayate fue donde el caminante que se hizo camino al andar. Se hospedó dos días en un hostel en el que pudo acampar por monedas en vez de alquilar una habitación. Luego se mudó a un campamento de nombre "Camping Del Parque" donde estaba lleno de "hippies y artesanos". La primera noche se acostó bajo las estrellas, prendió un cigarrillo y admiró la oscuridad. Al otro día recorrió la ciudad con mucha curiosidad y quedó realmente embelesado.
Cuentan que en aquél lugar, si uno escucha tal vez oiga pero él pudo aún más que eso: “Miró...y pudo ver”.
Estudió las costumbres de los habitantes y la de quienes estaban de paso. De acuerdo a sus observaciones escribió lo siguiente:
"En esta ciudad hay mucha movida durante la temporada y después del turismo se sigue manteniendo bastante bien. La gente suele quedarse más días aquí que en otras ciudades. Otros se quedan a vivir directamente...A mi me pasó algo de eso."
Aún hoy esas últimas palabras siguen retumbando en mi cabeza.

 
Esta historia continuará...





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