Corsino vive en las afueras del conurbano bonaerense. Hace varios años heredó un café en el que trabajó desde los doce años. Aquel bar, más conocido como La Milonga, se encuentra en la ciudad de Buenos Aires resistiendose al paso del tiempo. Como buen símbolo del melodrama, Corsino cuenta y comenta las andanzas de personas que alguna vez se acercaron al café. Pero también escribe lo que se ha enterado y ha vivido en muchos de sus viajes. La razón de ¿porqué el dueño de un cafetín cuenta esas historias? no lo se. Una posible respuesta sea seguramente porque hoy forman parte de su vida.

viernes, 9 de agosto de 2013

Lado B, Parte XXXI

ENTENDIENDO EL 2009

Enero se vio perseguido de algunos puntos volátiles como la mudanza de Cristian de la pensión, Daniel fue con su papá que tenía camioneta y lo ayudaron a volver a José C. Paz, Cristian se llevaba muchas historias de aquel edificio al que Daniel quiso entrar en su momento pero no tuvo suerte. A pesar de eso, también lo extrañaría porque había pasado buenas tardes entre mate y merienda con su amigo. Mientras viajaban de regreso, Daniel se reía un poco del almohadón de casi metro veinte que funcionaba de fiaca y que Cristian se había encontrado en la calle. Daniel le había dado la funda de tela yacard... Cristian insistió, aunque no era necesario, en pagarle el flete al padre de Daniel...lo hizo a pesar del "no" repetido.
Se siguieron viendo aquel verano para tomarse unos mates en el lindo parque que tenía Cristian.

FRAGMENTOS del diario de Daniel

El segundo fin de semana de enero, al medio día. Nos juntamos con Pablo, Alexis y Cristian (en casa de
este) para comer una asado. Yo era el asador asesorado por el padre de Cristian, Alexis trajo un grabador para la música y Pablo puso la cara una linda cara orto...Fue el segundo domingo del 2009.
El asado y la reunión casi terminó a eso de las 17.00, cada uno encaró para su casa, Pablo había sido el primero en desertar...pero con Cristian y Ale fuimos para el lado de Iglesias, por Acerboni. Pablo siguió camino para la parada de colectivo, por mi parte seguí acompañando a Cristian y acepté la invitación de Ale, al llegar a su casa nos refrescamos con un simple pero muy necesitado vaso de agua fría.
Ahí hablamos de muchas cosas, como el viaje de Victoria y su familia a España. Ellos hablaban y yo simplemente escuchaba. Esa información sería completada por Alberto, más adelante...exactamente el 24 de mayo del 2009...

Viajecito por Baradero y ruta 5

Le pregunté a Pablo si quería acompañarme la última semana de enero, sabía lo que me esperaba en febrero y quería recargar....Casandra estaba en la Playa, libre de controles de ambos lados una amiga de esas que no se olvida...Pablo dijo que sí y a las dos horas dijo que no, Cristian no sabía y así agarré mis cosas y me fui para Baradero. Una mochila y una microheladera, el mini iglú y así partí pisando para la estación, micro unos días en Baradero y otros en el camping con pileta Noelandia. Nada era tan conocido y frecuentado como lo es hoy, me acuerdo que para la época nadie iba por esos lares.
Recuerdo que en Noelandia una familia me invitó a comer un asado, conocí a un grupo de mochileros y unas chicas de Suipacha....

FEBRERO DE COLORES

Comenzó el curso de verano, Pablo iba a visitarlo y le ayudo a estudiar algunos días, con Cristían se juntaron esporádicamente en su casa y tuvieron esas charlas de tarde. Hablaron de Laura, Daniel intentó persuadirlo, Cristian decía que se estaba acabando y luego de una semana dijo que se habían arreglado.
La última semana de febrero Daniel pensaba que no lo lograría, sin embargo se adentró en los exámenes de ingreso de la escuela de arte y el final de la materia de verano. Debía resaltar el papel de Paola, la novia de Federico, que había cursado y le había pasado apuntes, reuniones de estudio en su casa...
Llegó marzo y había aprobado en la facultad. Solo restaba esperar que publiquen lo resultados de los exámenes en la lista de aspirantes a la escuela. Se acercó así de nervioso a la escuela en la esquina Perón Cabral, se fijó en la lista de los 30 aprobados de 132 aspirantes y su doble apellido figuraba con ocho. No tenía voz, no podía moverse, se sentó en uno de los escalones de la escalera del primer piso, respiro unos minutos y entró a la oficina de inscripciones. Primero lo felicitaron y luego le dijeron lo que tenía que hacer.

Pero al poco tiempo comenzó la facultad y se dio cuenta que no podía cumplir con el curso nocturno del profesorado porque tenía que cursar de noche. Le dijo a administración que reabrieran el cupo y le den la bacante a alguien más, le agradecieron por avisar un tanto perplejos por la decisión de rechazar el ingreso y así concluyó un viejo sueño de Daniel, dando se cuenta de que sus posibilidades no eran tan limitadas como él pensaba, sin embargo había algo que todavía le hacía conservar ilusiones ilógicas de que algo estaba por venir...


Continuará...




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