Eran pocos los momentos que tenía de alienación, Daniel estaba tratando de volver a hacer ejercicio. Comenzó yendo al gimnasio Altube donde no conocía a nadie pero más adelante, a mediados de ese año se cambiaría al Gimnasio cercano al Cine Paz. Aunque por ahora seguimos en los últimos días de febrero.
Ese año había comenzado mucho más inquieto que el anterior y todo por haber estado un día aburrido y viajado a capital para hablarle a una chica que apenas si conocía. Todavía no tenía noticias de ellas y los segundos eran centurias con letargo. Era imposible, ni entrenando, ni leyendo, ni estudiando, ni escribiendo se podía olvidar de lo tanto que la estaba extrañando.
Pero
siempre ocurren cosas que van más allá de la comprensión lógica y mundana. Una
tarde de algún viernes, seguramente fue a finales de febrero 2008, saliendo de
la desquería Zivals se encontró con Casandra, aquella amiga que estudiaba
violín con él en la Escuela
de Música D´Elia. La encontró en la boca del subte de la Línea B. Bajaron y
viajaron hasta la estación Federico Lacroze donde abordaron el tren Urquiza
hasta la estación Lemos.
Hablaron
casi todo el trayecto de viajes, conciertos, estudios y un tema en el que se
estaba metiendo ella: política….y con ella Daniel se puso al día.El reciente gobierno que había asumido durante el mes de diciembre del 2007 estaba por sancionar una medida económica que afectaba especialmente al sector agropecuario. Era la famosa medida 125/08. Básicamente esta medida trataba de realizar retenciones móviles al campo en cuanto a las exportaciones, en primer medida de la soja y el girasol. Esto está haciendo arder las relaciones entre el campo y el gobierno nacional que hasta el momento se había beneficiado con Néstor Kirchner. Parecía que con la mujer no iba a ser tan así.
Esto estaba comenzando a abrir un problema mucho mayor y que aún hoy continúa en Argentina y ocupa todo el día: LOS MEDIOS HEJEMÓNICOS, los famosos monopolios mediáticos. Que hasta el momento se debatían en periodismo militante y periodismo de derecha. Increíblemente eso que parecía sencillo de entender era cada vez más un enredo. Aquellos medios habían ayudado y respaldado al gobierno y el gobierno a ellos. Sin embargo ahora volvía a salir a la luz que los hijos de la dueña del diario de mayor tirada en Argentina era madre de hijos expropiados en la última dictadura (Herrera de Noble)…
Pero en esto no voy a ahondar porque solo sirve de contexto para muchos hechos futuros. Lo que si, si es importante destacarlo como un nuevo periodo que comenzó a resaltar cosas buenas y malas, a dividir y generar nuevos y revivir viejos conceptos. Pero por ahora volvamos a los dos pasajeros del tren…
Daniel
acompañó a Casandra hasta la parada de colectivo, le contó sobre el viaje que
hizo hasta Mar del Plata para ver a la Bersuit.
Le agradeció y ella le confesó asombrada que no esperaba que
fuera a ir, le parecía mucho viaje para eso pero finalmente se alegró de que
haya sido una mini aventura. Arreglaron para verse otro día que no fuera tan
lejano y no perder contacto por tanto tiempo. Generalmente los dos estaban
metidos mucho en sus asuntos y se confesaron culpables. Sin embargo estaban
sometidos a las casualidades de encontrarse en “lugares sondeados por la
música”. Casandra dijo eso y se subió al colectivo que acababa de llegar.
Daniel solo pensó en eso hasta llegar a su casa, tomar el violín y comenzar a
tocar sin importarle ese problema en su oído izquierdo.
Pasaron pocos días, Daniel venía de entrenar. Se estaba haciendo una rutina de todos los sábados ir a trotar al aeróbico de Muñiz. Su mamá lo esperaba con la noticia de que había llamado la hermana de Agustina y solo dijo que tenía que hablar con él. Daniel tomó el teléfono y llamó enseguida, habló con la hermana de su novia: Agustina había decidido quedarse un mes más.
De
la familia de Daniel…un poco
Todo
parecía normal, el trabajo había disminuido debido a las vacaciones de verano,
pero aun así algo se estaba comenzando a percibir. Sin embargo, el 2007 no
había sido muy bueno para uno de los negocios que su familia tenía en Alberdi.
El negocio se mantenía por si solo pero no generaba ingresos, fue por eso que
decidieron cerrarlo un 11 de febrero. Algo no andaba bien pero nadie sabía qué.El padre de Daniel se mostraba despreocupado pero la madre era todo lo contrario. Las dos hermanas de Daniel ayudaban en los negocios aunque su hermana más chica, la que estudiaba traductorado público, desde el 2007 estaba trabajando en una casa de comida rápida en Muñiz. Su hermana mayor estaba terminando su terciario de diseñadora de interiores y ella si ayudaba en los demás negocios, especialmente en el de San Miguel.
No se entendía nada, todo estaba empezando a cambiar de forma vertiginosa. Le escribió a Agus pero no tuvo respuesta sino hasta dos semanas después.
Del
fin de curso…
Era
la primera semana de marzo y en la universidad publicaron las notas de los
exámenes del curso de verano. Había aprobado, miró a su alrededor y la gran
mayoría estaba de pésimo humor pues tenían que hacer un recuperatorio. Salió de
la facultad y se fue a festejar a una milonga de San Telmo con unas amigas y
Federico que también había aprobado…Todavía quedaba una semana para la firma de
libretas pero eso ya no importaba, habían aprobado. La milonga aquel día era un
simple bar pero eso no le quitó lo divertido…
En
la madrugada del otro día, Daniel, se había despertado un poco desahogado en
Avenida de Mayo recostado en una puerta viendo bailar en la calle vacía a
Federico y a la amiga de Romina, esta última también se había quedado medio
dormida en el hombro de Daniel. Eran las cuatro de la mañana, solo habían
dormido unos cuantos minutos pero Federico los invitó a que fueran al
departamento de Av. Pueyrredón…Mientras estaban yendo a buscar un taxi Daniel
les dijo que prefería ir a su casa. Todos se molestaron y Romina le insistió.
Federico le dijo que seguro todavía no había trenes, que faltaba una hora para
el primero pero Daniel replicó que entre que llegaba a la estación esa hora ya se
habría pasado.
Y
así sin más se tomó un taxi hasta la estación de Palermo y de ahí viajó con el
57 porque efectivamente a esa hora, trenes no había…la imaginación del viaje y
el sueño le proyectó una noche que habría podido terminar muy diferente. Pero a
medida que los kilómetros lo alejaban de la capital se reencontraba con la
tranquilidad.
Continuará…
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