Corsino vive en las afueras del conurbano bonaerense. Hace varios años heredó un café en el que trabajó desde los doce años. Aquel bar, más conocido como La Milonga, se encuentra en la ciudad de Buenos Aires resistiendose al paso del tiempo. Como buen símbolo del melodrama, Corsino cuenta y comenta las andanzas de personas que alguna vez se acercaron al café. Pero también escribe lo que se ha enterado y ha vivido en muchos de sus viajes. La razón de ¿porqué el dueño de un cafetín cuenta esas historias? no lo se. Una posible respuesta sea seguramente porque hoy forman parte de su vida.

martes, 20 de septiembre de 2011

Clave de Fa

Cuando dejan de volar un par de mecas en el suelo,
Repito tarde todo el vuelo y caigo afuera del color
Que marca el punto del ardor donde Ramiro Consuelo
No diluyó sus dos pañuelos frente a la lágrima mejor.

Si se puede figurar un pelo negro en la cocina,
No harán falta más cortinas, lo nublado proveerá
Siete panes sin salar esta lengua en gelatina
Y el calor que determina este frío, clave de fa.

Luego rompe el techo bajo la tormenta vuelta espuma,
Es Ramiro, llora y fuma, se destroza desde ayer
Al buscar una mujer que le borre voz y bruma.

Pasa y ríe con desgano una cara, miel de sobra,
Es Consuelo, hoy no cobran los deseos sin querer:
Ya no sé quién puede ser el que sí nos crea ahora.

Autora: Stefi

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