En 1947, con tan solo 17 años, sufre la muerte de su padre y publica su primer libro, el poemario titulado “Otoño imperdonable” que recibió el segundo premio Municipal de Poesía.
En 1948 finalizó sus estudios secundarios y se recibió como profesora de Dibujo y Pintura. Luego aceptó la invitación de Juan Ramón Jiménez (autor de Platero y yo) y fue a visitarlo a su casa en Meryland, Estados Unidos. Allí estuvo seis meses en 1949. Esa fue una experiencia muy compleja, porque Jiménez la trató impiadosamente, sin ninguna consideración. María se sentía una "NADIE" maltratada por un "ALGUIEN".
Luego de esa triste experiencia, María Elena Walsh fue para todos una escritora, cantautora, compositora, poetisa, música y dramaturga. Sin dudas sus pasos por el habla hispana no serán olvidados. Fue un icono de la cultura argentina y sus canciones siguen viajan por el inconciente de infinidad de generaciones que, a la hora de remontarse a su infancia, les imposible obviar su nombre y alguna melodía.
Por ejemplo si decimos su nombre la primera canción que a muchos se le viene a la mente es, sin dudas, Manuelita la tortuga de Pehuajó. En mi caso tengo muy arraigado al Brujito de Gulubú (canción de la vacuna) y Adivina- adivinador.
En 1951 publicó su segundo poemario, Baladas con Ángel. Durante aquella década y luego de haber terminado sus estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano, María se fue de la Argentina con una amiga (Ledia Valladares) a París. Allí comenzaron un dúo folklórico. Una de las razones de su regreso a la Argentina, en 1956, fue que el dúo había ganado un concurso para cantar en el espectáculo de Edith Piaf en el Teatro Olympia de París, pero la famosa cantante finalmente las excluyó, al parecer "por razones de tipo emocional".
Por aquella década María editó libros, fue guionista de programas e interpretó sus canciones con su dúo antes de la separación. Todos estos trabajos con el mismo tinte infantil y que disfrazaban, de una manera entendible, su deseo por vivir en un lugar mejor.
En 1968 estrenó su espectáculo de canciones para adultos: Juguemos en el mundo. Sus letras aportaron innumerables temas a la canción de protesta latinoamericana que floreció en esos años. Un estilo donde se introdujeron temáticas prácticamente ausentes del cancionero argentino, como la emigración, el peronismo o la paquetería social de las clases medias. Sin dudas, uno de sus trabajos más recordados es "Serenata para la tierra de uno" que, sin dejar de ser una canción de protesta, está construida como una canción de amor, en donde el amante es su país.
En 1978, cuando el mundial exacerbaba la sangre de muchos y pocos prestaban mayor atención a la censura, ella decidió no componer ni cantar más en público. Sin embargo sus canciones siguieron interpretándose más que nunca.En el año 1981, con tan sólo cincuenta años de edad, se le diagnosticó un cáncer óseo, del cual se recuperó luego de un intensivo tratamiento que duró más de dos años.
Con la vuelta de la democracia allá, por 1983, la cantautora fue nombrada en 1985: Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires. También obtuvo un segundo nombramiento como Personalidad Ilustre de la Provincia de Buenos Aires y el título Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Córdoba.
Como articulista, tuvo gran repercusión mundial su artículo La eñe también es gente en defensa del uso en Internet de esta letra:
Como articulista, tuvo gran repercusión mundial su artículo La eñe también es gente en defensa del uso en Internet de esta letra:
¡No nos dejemos arrebatar la eñe! Ya nos han birlado los signos de apertura de interrogación y admiración. Ya nos redujeron hasta el apócope [...] Sigamos siendo dueños de algo que nos pertenece, esa letra con caperuza, algo muy pequeño, pero menos ñoño de lo que parece [...] La supervivencia de esta letra nos atañe, sin distinción de sexos, credos ni programas de software. Luchemos para no añadir más leña a la hoguera donde se debate nuestro discriminado signo [...] La eñe también es gente.
María Elena Walsh, diario La Nación 1996
María nació en el barrio de Ramos Mejía, en Buenos Aires, el 1 de febrero de 1930. Hoy ha pasado a formar parte del Arcón de los recuerdos que, aún hoy, se mantienen en la memoria sin necesidad de abrir este baúl ¡Feliz cumpleaños María!
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