
Se siguieron viendo aquel verano para tomarse unos mates en el lindo parque que tenía Cristian.
FRAGMENTOS del diario de Daniel

este) para comer una asado. Yo era el asador asesorado por el padre de Cristian, Alexis trajo un grabador para la música y Pablo puso la cara una linda cara orto...Fue el segundo domingo del 2009.
El asado y la reunión casi terminó a eso de las 17.00, cada uno encaró para su casa, Pablo había sido el primero en desertar...pero con Cristian y Ale fuimos para el lado de Iglesias, por Acerboni. Pablo siguió camino para la parada de colectivo, por mi parte seguí acompañando a Cristian y acepté la invitación de Ale, al llegar a su casa nos refrescamos con un simple pero muy necesitado vaso de agua fría.
Ahí hablamos de muchas cosas, como el viaje de Victoria y su familia a España. Ellos hablaban y yo simplemente escuchaba. Esa información sería completada por Alberto, más adelante...exactamente el 24 de mayo del 2009...
Viajecito por Baradero y ruta 5

Recuerdo que en Noelandia una familia me invitó a comer un asado, conocí a un grupo de mochileros y unas chicas de Suipacha....
FEBRERO DE COLORES
Comenzó el curso de verano, Pablo iba a visitarlo y le ayudo a estudiar algunos días, con Cristían se juntaron esporádicamente en su casa y tuvieron esas charlas de tarde. Hablaron de Laura, Daniel intentó persuadirlo, Cristian decía que se estaba acabando y luego de una semana dijo que se habían arreglado.
La última semana de febrero Daniel pensaba que no lo lograría, sin embargo se adentró en los exámenes de ingreso de la escuela de arte y el final de la materia de verano. Debía resaltar el papel de Paola, la novia de Federico, que había cursado y le había pasado apuntes, reuniones de estudio en su casa...
Llegó marzo y había aprobado en la facultad. Solo restaba esperar que publiquen lo resultados de los exámenes en la lista de aspirantes a la escuela. Se acercó así de nervioso a la escuela en la esquina Perón Cabral, se fijó en la lista de los 30 aprobados de 132 aspirantes y su doble apellido figuraba con ocho. No tenía voz, no podía moverse, se sentó en uno de los escalones de la escalera del primer piso, respiro unos minutos y entró a la oficina de inscripciones. Primero lo felicitaron y luego le dijeron lo que tenía que hacer.
Pero al poco tiempo comenzó la facultad y se dio cuenta que no podía cumplir con el curso nocturno del profesorado porque tenía que cursar de noche. Le dijo a administración que reabrieran el cupo y le den la bacante a alguien más, le agradecieron por avisar un tanto perplejos por la decisión de rechazar el ingreso y así concluyó un viejo sueño de Daniel, dando se cuenta de que sus posibilidades no eran tan limitadas como él pensaba, sin embargo había algo que todavía le hacía conservar ilusiones ilógicas de que algo estaba por venir...
Continuará...
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